CASO I - ADMINISTRACIÓN
CASO 1 CUANDO LA
GESTIÓN DE RRHH INHIBE EL CRECIMIENTO DE LA EMPRESA
De la precariedad laboral a
la empresa comprometida con su talento ¿Cuál pieza falta?
Se ha hablado insistentemente
acerca de las transformaciones que está experimentado el mercado laboral como
resultado de la persistente crisis en la Economía Global, el impacto sustantivo
de la evolución tecnológica, las
marcadas diferencias generacionales, y las transformaciones en
el orden político y social. Todo ello parece presagiar, más un cambio de
paradigma de profundas e irreversibles implicaciones para el tejido empresarial
y las relaciones laborales, que una dinámica de cambio coyuntural y de efectos
transitorios, como tantas veces había sucedido en el pasado.
Trabajo en una empresa
consciente del valor de su gente, donde reconocen mi talento y compromiso
Es en este escenario de
profundo, inquietante e impredecible cambio donde surge cual Ave Fénix, la
figura casi heroica, impresionante y poderosa del profesional deseable y preferido
de estos tiempos. Se busca a un individuo resiliente (se refiere a la capacidad de los sujetos para
sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas) a toda prueba; de superlativa
inteligencia emocional; con envidiable capacidad de generar empatía e influir
en otros; dueño y gestor de su propio destino; libre para decidir donde, como y
para quien trabaja; con la capacidad de emerger como un maestro indiscutido en
el arte de desarrollarse profesionalmente por su propia iniciativa y riesgo; un
experto en gestionar su marca personal a través de las redes sociales;
suficientemente hábil para operar como un agente libre en un mercado
laboral convulso, y a la vez ávido por ganar acceso a sus talentos; con la
capacidad de reinventarse una y otra vez para
adaptarse instantáneamente a una realidad profesional que además de
ser volátil e incierta, es casi siempre hostil, inestable,
inquietante, y emocionalmente demandante.
Y es así como se reafirma y
potencia la construcción y consolidación de un modelo de gestión empresarial y
de relaciones laborales, en el que por el afán de reducir costos y riesgos para
el empleador, se favorece la precariedad del contrato psicológico con el
trabajador, al promoverse la figura de las contrataciones temporales, sea por
obra o por proyecto, para los fines de considerar el mínimo de beneficios que
contempla la legislación laboral vigente.
Ante semejante perspectiva,
prevalece la actitud pragmática de satisfacer los objetivos financieros y la
visión de corto plazo de directivos y accionistas sobre la satisfacción de las
expectativas y necesidades de un trabajador, de quien se espera un desempeño
estelar en los proyectos, una identificación positiva con sus líderes, y un
compromiso indiscutible hacia una organización, para la cual ella o él, no es
más que un costo contable; uno de muchos individuos anónimos y grises de una
plantilla, posiblemente carente de un futuro promisorio; acaso una pieza más de
una maquinaria “perfectamente engrasada y calibrada” para la causa de
garantizar la casi siempre elusiva rentabilidad, a través de la excelencia
operacional.
SITUACIONES CONFLICTIVAS O FAVORABLES
QUE SE PRESENTAN (INDICANDO LOS PERSONAJES INVOLUCRADOS).
CASO 1 CUANDO LA GESTIÓN DE RRHH
INHIBE EL CRECIMIENTO DE LA EMPRESA
De la
precariedad laboral a la empresa comprometida con su talento ¿Cuál
pieza falta?
Inferencias
y lecciones aprendidas
Del análisis de este caso se
extrae información de interés para inferir como una deficiente y muy
especializada gestión de RRHH, puede obrar como un factor inhibidor de la
expansión de una empresa con poco tiempo en el mercado. A continuación, un
breve diagnóstico surgido de este análisis:
- Como suele suceder en una pequeña
empresa familiar en proceso de expansión, los 3 directivos son hermanos. Ello
introduce un clima de confianza, que si bien facilita el proceso de
toma de decisiones, podría tener algún impacto negativo sobre su futura
evolución, en el supuesto de generarse desavenencias entre ellos.
- La estrategia de crecimiento
a corto plazo está claramente delineada, al apostar por la expansión
regional, con diversificación relacionada.
- Parece acertada la
contratación de un consultor competente en RRHH y Desarrollo
Organizacional, para motorizar el proceso de transformación que la empresa
requiere en el desarrollo de su plan de expansión.
- Reconocer tempranamente que
la pobre estructuración de la función de RRHH, es el principal factor
inhibidor para desarrollar exitosamente el plan de expansión, es una
premisa importante para avanzar con menores riesgos, en el proyecto de
transformación organizacional.
- La gestión de RRHH es de
corte reactivo, netamente transaccional y de carácter administrativo, al
centrar su radio de acción en el procesamiento de la Nómina, y en el
Reclutamiento y Selección de personal.
- El reconocimiento de Camila
de que ella no puede por sí sola, asumir la función de RRHH, es un paso
fundamental para promover la reestructuración y profesionalización
de una función clave para el negocio.
- El carácter frenético,
agobiante y estresante de la operación de la empresa, inhibe la concreción
y desarrollo de una clara visión estratégica, que oriente en el largo
plazo, la ejecución del proceso de transformación organizacional.
- Del análisis de este caso se
asume que la responsabilidad de interaccionar con los clientes y pulsar la
dinámica del mercado recae en buena medida sobre el Director de
Operaciones. Es aquí donde luce pertinente crear la función de Mercadeo
y Ventas, para soportar el desarrollo del plan de expansión regional y
diversificación relacionada.
- Las fricciones que Pedro, el
Director de Operaciones ha tenido con el personal de planta, pudiera
indicar que este profesional no tiene las competencias suficientes para
fungir como un negociador efectivo, y manejar situaciones de conflicto de
manera asertiva. El desarrollo del área de Relaciones Laborales, como
parte integral de las competencias de RRHH, ayudaría a reducir el impacto
potencial de este problema.
- La cultura de la
organización comienza a ser impactada, cuando el centro de gravedad de la
empresa comienza a desplazarse desde un entorno laboral con énfasis casi
exclusivo en la operación, hacia otro, con una gestión paulatinamente
orientada a la función y a los procesos.
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